Sigo trepada en la montaña rusa. Y es lunes otra vez, pero lo estoy anticipando cínicamente, con tranquilidad, al menos sólo durará 24 horas. Un lunes no debe durar más que eso. Y luego vendrá otro hermoso martes.
Tarnquilamente agradable como el martes pasado. Mientras me besaba, en el sillón de su casa, y yo trataba de no perder ningún detalle del momento en que el Sr. Spock huía del Enterprise para encontrar su muerte en la Ira de Khan, me pasó por la cabeza la duda: ¿Cómo si estaba yo tan molesta y sentía que él no entiende mis palabras podía yo estar allí, tocándole a escondidas en lugar de ver la peli que teníamos enfrente?
Y sobre todo eso, ¿por qué estábamos a escondidas en su propia casa? ¿No se supone que Michelle sabes de qué va esto? ¿No se supone que yo he comunicado en diversas ocasiones cómo me siento y no es secreto que estoy enamorada?
Pero es obvio que no es fácil para nadie, y entonces termino cargándome con frases lapidarias que terminan siendo irrisorias como: "no se puede llevar una relación de izquierda desde la derecha!" No es fácil para Michelle y Casandra que yo esté enamorada de Eduardo. Y entonces, ¿qué hacemos? Escondernos.
Lo que pasa es que sigo siendo esta niña de prepa que se ve reflejada en shows tragicómicos, que espera señales de no sé dónde y se imagina que un día vendrá alguien a contarle al oído cualquier cantidad de tonterías. Y entonces se me torna desgarrador ser la de "martes y viernes." Y puedo ser terriblemente descarada y decir que YO tengo al de los lunes, a las de los sábados y al de martes y viernes además de la de una vez al mes y fechas especiales, pero es juego complicado. Y el revanchismo no es más que símbolo de lo mucho que me duela sentirme tan accesoria en su vida.
Y después vino el viernes. Me perdí en su mirada, en sus sonrisas, en sus abrazos y sus besos, en los te quieros dichos por mero trámite a mediados de una conversación que estuvo a punto de hacerme llorar. Lo del viernes fue para mi una experiencia extraordinaria, una que me dejó más vulnerable de lo que ya estaba y sobre todo más enamorada.
Fginalmente, el sábado y el domingo dieron paso a otro de esos episodios "necesito demostrarle a Michelle lo importante que es para mi dejando claro lo poco relevante que eres tu en mi vida". Y damos comienzo a un lunes más. Otra semana de Montaña Rusa en la que lo único que me queda por esperar es a que sea media semana para estar hasta arriba.
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